http://dx.doi.org/10.14718/NovumJus.2017.12.1.7


NUEVA REPÚBLICA, NUEVO HORIZONTE, NUEVO PORVENIR:
LAS MIGRACIONES COLOMBIANAS HACIA CHILE, 1990-2016

NEW REPUBLIC, NEW HORIZON, NEW FUTURE:
COLOMBIAN MIGRATIONS TOWARDS CHILE, 1990-2016

Sebastián Polo Alvis
Enrique Serrano López

Universidad del Rosario

Los autores:
Sebastián Polo Alvis, joven investigador del Grupo de estudios políticos e internacionales de la Universidad del Rosario.
Correo electrónico: spoloa92@gmail.com

Enrique Serrano López, profesor de planta e investigador de la Universidad del Rosario.
Correo electrónico: enriqueserrano3@gmail.com

Recibido: 19 de julio de 2017
Evaluado: 17 de agosto de 2017
Aceptado: 18 de octubre de 2017.



Resumen

Como resultado del avance económico que experimentó América Latina durante la primera década del siglo XXI, las migraciones dentro de la región presentaron un repunte significativo, comparable a las primeras oleadas migratorias de la segunda mitad del siglo XIX. El caso de Chile se destaca por su creciente auge como destino de personas provenientes de otros países latinoamericanos, entre ellos, Colombia. El principal propósito de este artículo gira en torno a comprender el desarrollo y la naturaleza del fenómeno migratorio colombiano hacia Chile, como un suceso de alta relevancia durante los últimos quince años. Se espera que el lector comprenda la dimensión real de este fenómeno como un agente que incide directamente en las nuevas transformaciones de la migración colombiana.

Palabras clave: migraciones, Colombia, Chile, América Latina.



Abstract

As a result of the great economic growth in Latin America throughout the first decade of the twenty-first century, the development of migrations towards certain destinies inside the region experienced a significant upturn comparable with the massive migration waves in the nineteenth century. Chile stands out due to its growing immigration boom, as the destiny of numerous people migrating from other South American countries, including Colombia. Thus, the main purpose of this paper is to understand the nature and development of the phenomenon of Colombian migration to Chile, as a matter of high importance in the main immigration situation in the last 15 years. It is our hope that the reader will be able to understand the real dimension of this phenomenon as an agent that directly affects the new transformations of Colombian migration abroad.

Keywords: Immigration - Colombia - Chile - Latin America.



Introducción

El propósito del presente artículo consiste en estudiar la evolución y la proyección de las migraciones colombianas hacia Chile desde 1990 hasta hoy. Para ello, se analizarán la historia reciente, la naturaleza y la evolución de tales desplazamientos hacia este destino durante los últimos veintisiete años, así como las condiciones propias de los migrantes y su dispersión a lo largo de la geografía chilena. Luego se revisará la influencia de las poblaciones refugiadas en la configuración de la migración colombiana hacia Chile y, por último, se examinará este hecho respecto a las realidades de ambos Estados.


1. El renacer del migrante: el retorno a la democracia

El inicio de la inmigración hacia Chile durante el período republicano surgió como resultado de un incremento de la industria y del progreso económico a mediados del siglo XIX, el cual formó parte de un proceso de desarrollo y civilización originado desde el Estado. Una de las razones para la promoción de la inmigración extranjera al territorio chileno fue la ocupación y colonización de territorios inhóspitos y deshabitados, en especial hacia el sur del país.

La historia de las migraciones hacia Chile se divide en tres partes: siglo XIX (1845-1907), siglo XX (1907-1992) y siglo XXI (1992 hasta el día de hoy). En el primer episodio se plantearon proyectos migratorios que marcaron la tendencia de Chile como un país receptor, que buscaban el fortalecimiento de la modernización del país. Se destacan empresas como la promulgación de la Ley de migración selectiva de 1845, durante la presidencia del general Manuel Bulnes,1 que incentivó la colonización de los territorios próximos al lago Llanquihue por extranjeros provenientes de Europa, sobre todo desde Prusia; la creación de la Agencia de Colonización General, en 1882, junto con la finalización de la pacificación de la Araucanía en 1883, en los territorios de la región entre los ríos Bío Bío y Toltén; la llegada masiva de migrantes europeos entre 1895 y 1907, focalizada durante la presidencia de José Manuel Balmaceda2 y marcada por la directriz de que "trabajarían no sólo como granjeros en la selva fronteriza, sino también como artesanos especializados en las grandes ciudades",3 entre otros que buscaban obtener una posesión real del territorio, además de las razones económicas mencionadas.

A pesar de que no fue un destino de recepción masiva de inmigrantes, como Estados Unidos, Canadá, Brasil o Argentina, la población europea en Chile contribuyó a la transformación económica y social que se vivió en el siglo XIX. La aportación europea a la formación de estructuras de producción relacionadas con la agricultura, las actividades pecuarias marinas, la industria portuaria, la minería y el comercio, entre otras actividades, intervinieron en el progreso económico y social de los nuevos territorios de la Araucanía y el Norte Grande de Chile a lo largo del siglo XIX. Esto configuró una nueva organización socioeconómica en la que "se constituyen en elementos de una naciente clase media. Estos emigrantes son empresarios agrícolas o industriales, comerciantes, encargados de casas de importación, que amplían el mercado chileno".4

De acuerdo con los registros censales (Tabla 1), en 1907 se alcanzó un tope de 132.312 extranjeros en territorio chileno, con una proporción mayoritaria de inmigrantes europeos (73.169; 55,3 %), seguidos por los latinoamericanos (56.497; 42,7 %). Entre las principales nacionalidades se destacan "españoles, italianos, suizos, yugoeslavos, alemanes, franceses";5 además, hubo migraciones episódicas debidas a procesos políticos como la diáspora palestina y la neerlandesa, derivada de las guerras Bóer.

En el siglo XX se vivió la segunda fase de la historia migratoria de Chile, caracterizada por una contracción progresiva de la población extranjera. Esta reducción fue resultado de transformaciones políticas y sociales derivadas de un proceso de industrialización, de la crisis económica de 1929 que repercutió negativamente en los precios de los nitratos y del cobre y de factores que redujeron el atractivo de Chile como destino de migración y prolongaron una fuerte crisis económica que impidió ofrecer un incentivo real para los inmigrantes durante las siguientes tres décadas. Tal descenso se demuestra en los datos oficiales del registro censal entre 1907 y 1970; este último alcanzó la cifra de 90.411, equivalente a una reducción porcentual total de 32 % en comparación con el primer registro censal del siglo XX.

Paradójicamente, en el mismo período, la representación porcentual de la población extranjera europea en Chile llegó a picos máximos, con un tope de 67,2 % en 1940 del total de la población foránea (Tabla 1).

Tabla 1. Crecimiento histórico de la población migrante en Chile por cifras, proporción y distribución regional 1854-2014

Fuente: elaboración propia con base en Lorenzo Agar, "Migraciones externas en Chile: bases históricas de un fenómeno complejo", Revista del Observatorio de análisis de los sistemas internacionales 22, núm. 3 (2015): 88; Instituto Nacional de Estadística [INE], "XVIII censo nacional de población y VIII de vivienda. http://goo.gl/bvfI0s (acceso noviembre 21, 2016); Chile, Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, "Migración en Chile 2005-2014", http://goo.gl/UqVVaE (acceso noviembre 21, 2016).

En este lapso de constante reducción, el punto más bajo del número de migrantes coincidió con uno de los acontecimientos políticos y sociales más traumáticos de la historia chilena: el golpe de Estado de 1973. En un contexto de Guerra Fría, con la agudización de la crisis económica por la que atravesaba el país luego de tres años de Gobierno socialista, se propiciaron las condiciones que derivaron en una reacción contraria al Gobierno instaurado. Según Eastman, "la inflación, la escasez y la desestabilización amparada por los sectores contrarios al gobierno crean un clima de caos",6 lo cual condujo a que los entes castrenses dieran el golpe. Con la deposición del presidente Salvador Allende y la instauración de un Gobierno de facto por el general Augusto Pinochet, se abrió paso a una profunda transformación social que determinó elementos transversales de la política y la sociedad chilena, desde la participación hasta fenómenos como las mismas migraciones.

Entre 1973 y 1988, las lógicas migratorias sufrieron cambios en dos puntos principales: el inicio de una mayoría latinoamericana migrante en Chile respecto a la representación porcentual respecto al total de extranjeros, y un proceso emigratorio masivo. Por un lado, además de ser el punto de la historia republicana de Chile con menor número de extranjeros residentes en su territorio, con 84.345 personas en 1982, el latinoamericano volvió a ser el grupo mayoritario en la representación porcentual del total de extranjeros residentes en ese país (54,5%), condición que no se presentaba desde el censo de 1885 (Tabla 1). Esto se debió a:

[...] múltiples factores, entre ellos, el desarrollo que comienza a experimentar Europa a partir de la segunda mitad del siglo XX y la importancia económica de Venezuela y Argentina que aparecen como los principales países de atracción de migración regional. Adicionalmente, durante los setenta y ochenta el gobierno militar en Chile desincentivó el ingreso de extranjeros al país, e incluso muchos latinoamericanos residentes en Chile y chilenos emigraron hacia países más seguros. Durante los años setenta se formuló la nueva ley migratoria No. 1.094 de 1975, basada en principios de seguridad nacional, lo que significó enfatizar los mecanismos de control en el acceso al país y la restricción de derechos de movilidad en territorio nacional de las personas extranjeras.7

Esta reorganización del peso de los migrantes latinoamericanos en Chile obedeció al impacto generado por el aumento de flujo de argentinos, bolivianos y peruanos que fueron directamente afectados por turbulentos cambios políticos durante las décadas del sesenta y setenta, como la Revolución argentina de 1966, la caída del Movimiento Nacional Revolucionario en Bolivia en 1964 y el inicio del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas en Perú.

En los tiempos de la dictadura se experimentó el episodio más significativo de emigración de chilenos como víctimas de persecución política del régimen de Pinochet, condicionado por un escenario de crisis económica. Ello se evidenció en el crecimiento de registros de dicha población en distintos países: "[...] el incremento de la emigración en los años setenta y ochenta hacia el resto de países en América, periodo en el que el total de emigrantes dentro de la región sube de 173.847 a 330.919".8 También se observó diversificación de los destinos de dichos exiliados, por ejemplo: "[...] los principales destinos de la población chilena en esa época fueron Canadá, Francia, Suecia, Alemania, México y Ecuador, entre otros. Todos ellos otorgaron asilo político a gran parte de los nacionales que tuvieron que salir del país".9 Si bien no hay consenso sobre las cifras oficiales, se estima que durante la dictadura salieron del país "408.000 personas, siendo sus principales destinos Argentina (50,78%), Estados Unidos (7,87%), Venezuela (6,18%), Canadá (385%), Francia (3,68%), Italia (2,38%), Suecia (2,38%) y Australia (2,21%)",10 hecho sin precedentes en la historia de Chile.

Este punto de inflexión de las principales tendencias migratorias se revirtió parcialmente en la transición a la democracia, gestada por la derrota electoral de Pinochet en la propuesta de postergar su mandato hasta 1997 en el plebiscito nacional de 1988. Durante este lapso inició la tercera fase, en la cual las migraciones retomaron fuerza. Dicho repunte se presentó junto con una apertura internacional paulatina y un acelerado crecimiento económico entre 1991 y 2010 y con el incremento del atractivo de Chile como destino de migración. Esto se materializó en el aumento de extranjeros en ese país, con predominio de los latinoamericanos a causa del desincentivo de las migraciones europeas gracias a los avances económicos y políticos logrados tras la firma del Tratado de Maastricht de 1992, constitutivo de la Unión Europea. Se pasó de 114.597 extranjeros en 1992, a 184.464 en 2002 y a 410.998 inmigrantes en 2014, una cifra histórica sin precedentes.

El auge de las migraciones hacia Chile fue paralelo al avance de la economía chilena y de las instituciones democráticas tras la transición. De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), durante los últimos veinte años el PIB per cápita del país "se ha triplicado, pasando de 4.703 USD en 1990, a 14.510 USD en el 2008".11 Este crecimiento se sustentó en un desarrollo progresivo intersectorial, en el que se destacaron las áreas directamente beneficiadas por la privatización de empresas públicas y sectores como el bancario, el comercio y la construcción.12

Además de los sucesos macroeconómicos mencionados, que incidieron directamente en el aumento del ingreso de la población chilena, también se ha registrado un incremento en los salarios. Según la OIM, "desde 1992, el sueldo promedio en el país ha aumentado en 629 USD",13 lo cual ha repercutido en el constante flujo de personas hacia este país en los últimos años, pues brinda oportunidades de un mejor ingreso.

Colombianos en búsqueda del sueño chileno

Ahora bien, en el caso colombiano, las migraciones masivas hacia Chile son recientes y van de la mano del incremento del número de migrantes provenientes de ese país durante los últimos cuarenta años. Según Palma,14 a lo largo de la tercera ola migratoria que se vivió a mediados de la primera décadas del año 2000, caracterizada por el aumento de colombianos residentes en el exterior, se inició la diversificación de destinos, lo que conllevó a "la extensión de la diáspora hacia Europa, especialmente a España, así como a lugares no tradicionales en América Latina".15

Es necesario hacer algunas precisiones antes de estudiar el panorama actual de las migraciones colombianas a Chile. En primer lugar, existe una posible distorsión en los últimos registros censales del Instituto Nacional de Estadística de Chile (INE) de 2012. Tras contemplar la probabilidad de manipulación de los resultados del XVIII censo nacional de población y VIII de vivienda desde la dirección del órgano mencionado y a pesar del posterior esclarecimiento del INE sobre el cumplimiento de los estándares internacionales y sobre la viabilidad de usar este insumo estadístico para el manejo de políticas públicas, se tomó la decisión de hacer un censo de derecho en 2017 para tener cifras oficiales al respecto.16 Por lo tanto, es posible que haya algunos desfases estadísticos entre las cifras oficiales y las reales sobre población en Chile y de migrantes.

El Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior y Seguridad Pública de Chile publicó en 2016 el Anuario estadístico nacional migración en Chile 2005-2014, a manera de documento oficial acerca del estado de las migraciones hacia ese país. Aun con limitaciones metodológicas, el documento es el principal registro actual de migraciones a Chile. Según este compendio (Tabla 1), la cifra de inmigrantes ascendió a 410.988, lo que representa un 2,3 % de la población total de este país. Esta población está compuesta en mayor proporción por latinoamericanos (80,2%), seguido por europeos (11,8%) y de otros continentes (8%). Es notorio que las lógicas de las migraciones hacia Chile siguen las tendencias de los tiempos de la dictadura de Pinochet, cuando hay una inversión de la mayoría proporcional de la población extranjera de origen latinoamericana, en detrimento de la representación porcentual de la población europea.

Para profundizar, es preciso revisar la composición de la población extranjera por país de origen para identificar sus mayores picos de crecimiento y decrecimiento. Entre 1992 y 2014 se destaca el constante crecimiento de la comunidad peruana, la cual pasó de 7.649 en 1992, a 48.176 en 2002 y 130.329 en 2014 —el crecimiento entre los primeros dos censos se calculó en un 529 % y entre los últimos dos registros fue de 170 %— y de la comunidad argentina que, en 2014, tuvo 66.899 personas en territorio chileno, cifra que refleja un incremento de 77 % durante el período indicado en comparación con las cifras de 2002 (Tabla 2).

Tabla 2. Composición por país de nacimiento de la población migrante en Chile, 1992-2014

Fuente: elaboración propia basada en Comisión Económica para América Latina [Cepal], "Red de datos para áreas pequeñas por microcomputador Redatam", https://goo.gl/fGIU58 (acceso noviembre 21, 2016); Chile, Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, "Migración en Chile 2005-2014".

La migración de colombianos hacia Chile se incrementó durante los últimos diez años. Según los datos censales del INE de 2002 (Tabla 2), se registraron 4.097 personas nacidas en Colombia residentes en territorio chileno, lo que se traduce en un aumento de 145% en un lapso de diez años. Sin embargo, la dimensión del fenómeno no se detiene en ese período: en 2014 hubo 25.038 colombianos, lo cual significa que, en comparación con 2002, se experimentó un aumento sustancial de 511% (Tabla 2).17

A pesar de que la migración de colombianos hacia Chile tiene registros desde la década del sesenta (Tabla 3), el inicio de su crecimiento exponencial sucedió a mediados de la década del noventa. Entre las razones que explican este aumento se destaca una serie de factores de expulsión y de atracción. Esta migración se vio influenciada por el auge económico del sector exportador en Chile, caracterizado por el ingreso de grandes flujos de divisas resultantes de los dividendos del cobre, en consonancia con un sector exportador diversificado y una política macroeconómica enfocada a un desarrollo sustentable que derivó en "la asociación positiva entre el dinamismo de las exportaciones y el crecimiento sostenido del PIB en Chile durante gran parte de los años noventa".18

Tabla 3. Personas nacidas en Colombia residentes en Chile por año de llegada

Fuente: elaboración propia con base en Comisión Económica para América Latina [Cepal], "Investigación de la migración internacional en América Latina —Imila", http://goo.gl/RkVkLf (acceso noviembre 21, 2016).

Asimismo, hubo variación en los destinos de los migrantes debido al cierre de fronteras de Estados Unidos y España como acción preventiva contra el terrorismo, posterior al ataque a las Torres Gemelas en Nueva York en 2001 y a los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. A esto se suma el fracaso de los diálogos del Caguán en 2002, que impactó en "la percepción de inseguridad producida por el conflicto armado y sus elementos conexos, que se han convertido en principios que constriñen las actividades y expectativas de migrantes prospectivos".19

Este salto estadístico obedeció al crecimiento de los flujos migratorios hacia Chile. Se destaca el período entre 2010 y 2013, el cual coincide con el arribo de Sebastián Piñera a la Presidencia y con una crisis social en Chile, evidenciada en las manifestaciones en contra del proyecto HidroAysén y las movilizaciones estudiantiles de 2011. En el contexto colombiano, este aumento coincidió con la llegada a la Presidencia de Juan Manuel Santos (2010-2014). Su Administración se caracterizó por una mejora en las relaciones exteriores y, por consiguiente, un escenario favorable para las migraciones. En el plano regional, este progreso facilitó espacios de cooperación regional —en los que participan Colombia y Chile— que abarcan la apertura de fronteras para el libre tránsito de personas.

La suscripción de la Declaración de Lima del año 2011, en el marco de la Alianza del Pacífico, que complementa las condiciones inherentes al Acuerdo sobre residencia para los nacionales de los Estados parte del Mercosur, entre otros elementos, ha normalizado y regulado la libertad de flujo de personas.

Dados los factores coyunturales que afectaron el crecimiento experimentado entre 2010 y 2012, es necesario hacer una revisión de las migraciones de los últimos diez años, con el objetivo de comprender su naturaleza. De acuerdo con los registros de la Unidad Administrativa Especial Migración Colombia (Tabla 4), entre 2007 y 2015 se detectaron 85.482 flujos migratorios hacia Chile —colombianos que declaran residir en el exterior—; en este lapso se registraron los mayores picos.

Por otra parte, sobresalen los incrementos de dichos flujos desde 2010 por motivos laborales y estudiantiles (Tabla 4). Sin embargo, el fenómeno del aumento de los flujos migratorios no se detiene en ese punto. Cabe destacar que, gracias a la relativa proximidad entre estos países, los desplazamientos no solo se han realizado por aire, sino también por tierra, puesto que se reducen costos.

Tabla 4. Flujos migratorios de colombianos hacia Chile por residencia en el exterior, motivos de estudio y motivos laborales, 2007-2015

Fuente: elaboración propia con base en información provista mediante respuesta a derecho de petición 20156222558632, por Unidad Administrativa Especial Migración Colombia el 20 de noviembre de 2015.

Entre los 31 puestos fronterizos terrestres que hay en Chile, para el caso colombiano se destacan aquellos ubicados en la XV región de Arica y Parinacotaen especial el de Chacalluta, que es el "segundo cruce fronterizo más transitado de Suramérica".20 Según la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) (Tabla 5), en los puestos fronterizos terrestres existentes en Arica y Parinacota (Chacalluta, Chungará y Visviri) ha habido un total de 65.711 registros entre 2010 y 2013, de los cuales un 99 % corresponden a Chacalluta. Se observa crecimiento de los flujos tanto de ingreso como de salida en esos puntos. Estos datos contribuyen a la hipótesis de que la migración de colombianos se ha hecho por medio de diversas experiencias de viaje y en ciertas condiciones del migrante.

Tabla 5. Registros fronterizos de colombianos hacia Chile en puestos fronterizos terrestres de la XV región de Arica y Parinacota, 2010-2013

Fuente: elaboración propia con base en José Vicuña Undurraga y Tomás Rojas Valenzuela, eds. Migración en Arica y Parinacota: Panoramas y tendencias de una región fronteriza (Santiago: Servicio Jesuita a Migrantes, 2015), 58.

Se observa una importante presencia de colombianos en las regiones del Norte Grande, en especial en Antofagasta, la cual se fundó como resultado del desarrollo del programa de reasentamiento de 1999, que también se implementó en Arica, Iquique y Calama. Este programa de reasentamiento, como labor de atención para refugiados en Ecuador, trasladó a personas provenientes en su mayoría del Valle del Cauca que, como consecuencia de la gran bonanza cuprífera en la región de Antofagasta, generó un "efecto llamado", lo cual incidió directamente en un incremento considerable de colombianos, en el que se estima la presencia de 3.105 ciudadanos (Mapa 1).

En consecuencia, es posible afirmar que la migración de colombianos experimentó un crecimiento considerable durante los últimos catorce años. Sobresale el pico entre 2010 y 2013; sin embargo, este salto estadístico no solo depende del aumento de los flujos migratorios, pues también tiene soporte en el incipiente surgimiento de una segunda generación, nacida en Chile. El proyecto Investigación de la migración internacional en América Latina (Imila), con base en los censos de 1992 y 2002 (Tabla 6), muestra el crecimiento de la población de colombianos por concepto de hijos nacidos allá: para 2002, 1.784 mujeres colombianas registradas tuvieron 2.330 hijos sobrevivientes (Tabla 3).

Tabla 6. Colombianas residentes en Chile mayores de 15 años por número de hijos tenidos e hijos sobrevivientes, 1992-2002

Fuente: elaboración propia con base en Comisión Económica para América Latina [Cepal], "Investigación de la migración internacional en América Latina —Imila".

Es necesario hacer una salvedad sobre las cifras mencionadas: puesto que la legislación de Chile mantiene el principio de territorialidad —ius sol— como elemento donador de nacionalidad, la segunda generación no aporta datos sobre la población colombiana. Aun así, la cifra de hijos de colombianos nacidos en Chile es un posible indicador de formas de migración basada en la familia, como un orden migratorio que puede deberse al desplazamiento total del núcleo o a la instauración de una red transnacional de contacto entre los miembros con objetivos académicos o económicos.


La realidad del migrante colombiano

Con un escenario de prosperidad económica, Chile volvió a experimentar la recepción masiva de migrantes por la que, si bien existe una multiplicidad de nacionalidades en el crisol de la población de dicho país, los colombianos ocupan un lugar relevante. A lo largo de los últimos veinte años, estos han buscado ganarse su lugar en la sociedad chilena con trabajo y dedicación. A principios de la década del noventa, eran vistos por los chilenos como una minoría extranjera de pequeñas proporciones, pero ahora, para bien y para mal, la población colombiana se ha posicionado como uno de los grupos foráneos de considerable relevancia en el contexto socioeconómico.

Por lo anterior, es preciso revisar las condiciones existentes de la población colombiana en este país, su entorno laboral y educativo, su distribución geográfica y la revisión de la coyuntura referente a los refugiados, con el objetivo de hacer una radiografía de su posicionamiento, para identificar su aporte al orden económico chileno.

En el panorama laboral de Chile, los colombianos se han ubicado en establecimientos relacionados con la provisión de servicios, puesto que el talante y la vocación de servicio han sido elementos diferenciales bastante apreciados. Además, también existe significativa presencia en actividades ligadas al emprendimiento y la creación de empresa.

Según los registros más recientes (Tabla 7), la población colombiana en Chile se caracteriza por ser predominantemente femenina, cuyo grupo representa un 58,8%, mientras que la masculina representa un 41,2%. Se ha notado el aumento de la proporción de mujeres, puesto que para 1992 y 2002, representaba un 55,9% y un 55,11% respectivamente. Estas condiciones se deben a que "la mayoría de emigrantes colombianos son jóvenes, presentan una mayoría de mujeres —aunque las diferencias no superan el 5 % del total de emigrantes— y son casados".21 También hay "hogares monoparentales con mujeres como jefes de hogar que tienen la responsabilidad de lograr una mejor calidad de vida para sus familias".22

Tabla 7. Colombianos residentes en Chile en total, por sexo, estado civil, condición de actividad e inactividad, 1992-2014

Fuente: elaboración propia con base en Comisión Económica para América Latina [Cepal], "Investigación de la migración internacional en América Latina —Imila"; Chile, Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, "Migración en Chile 2005-2014".

Respecto a las condiciones de actividad, el índice de población inactiva es de 27,8%, porcentaje mínimo en comparación con los de 1992 y 2002 (46,6% y 365% respectivamente). De ella, 30,3% se dedica a labores de crianza y 45,5% es estudiante. Estas cifras demuestran un aumento de la población económicamente activa, lo cual incide en la posibilidad de ubicación laboral de los colombianos en el mercado laboral chileno (Tabla 7).23

Además de los motivos laborales, los indicadores dan indicios de una migración más enfocada en el desarrollo de actividades laborales del sector de servicios. Entre las actividades desempeñadas se destacan la prestación de servicios comunales, sociales y personales, actividades en el comercio, administración de restaurantes y hoteles y establecimientos financieros, de seguros y servicios, entre otros (Tabla 8). Estos elementos de ubicación dentro de actividades del sector de servicios también afectan a la distribución geográfica de la diáspora. Lo anterior, debido a que el tamaño del mercado de servicios está directamente relacionado con el producto interno bruto. Gran parte de la diáspora colombiana se ha ubicado en regiones de mayor peso económico en el país como el área metropolitana (15.273), Antofagasta (3.105), Valparaíso (1.327) y Bío Bío (826) (Mapa 1).

Tabla 8. Colombianos residentes en Chile económicamente activos, por ramas de actividad laboral, 1992-2014

Fuente: elaboración propia con base en Comisión Económica para América Latina [Cepal], "Investigación de la migración internacional en América Latina —Imila"; Chile, Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, "Migración en Chile 2005-2014".

La progresiva expansión del número de colombianos en territorio chileno también se ha visto reflejada en el ámbito de las remesas, pues según el Banco de la República (Gráfico 1), su aumento ha sido constante.24 Las cifras pasaron de 2,9 millones de dólares en 2005, a 168 en 2015, valor que representa un 3,5 % del total de las remesas percibidas por Colombia. Entre 2010 y 2011 los valores se duplicaron y pasaron de 27,4 a 52,2 millones de dólares, lo cual concuerda con la tendencia de crecimiento de los flujos migratorios hacia Chile por motivos laborales. Tras este crecimiento, Chile se posicionó como el cuarto destino migratorio por envío de remesas, por debajo de Estados Unidos y España, en el mismo punto que Panamá en 2016 con 223,4 millones de dólares y superó rumbos tradicionales como Venezuela, Ecuador y Canadá.

Gráfico 1. Comparación de la evolución del envío de remesas hacia Colombia desde países americanos (excepto Estados Unidos y Venezuela), 2005-2016*

Fuente: elaboración propia con base en Banco de la República, "Remesas", http://goo.gl/WLmq5b (acceso enero 21, 2017).
* Información contabilizada en millones de dólares.

También es importante indagar sobre las facilidades de consecución de documentos por parte de los colombianos para su regularización. De acuerdo con los reportes del Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior y Seguridad Pública de Chile (Tabla 9), la expedición de visas laborales sujetas a contrato, al igual que las visas temporarias, ha tenido un crecimiento apreciable, sobre todo entre 2010 y 2014, cuando se pasó de 4.483 visas sujetas a contrato y 2.689 temporarias a 21.123 visas sujetas a contrato y 6.570 temporarias. Dichas cifras sugieren la presencia de un sistema de regularización accesible y de facilidades para quienes arriban por razones de índole laboral y estudiantil.

Tabla 9. Estudiantes colombianos en Chile por número de permisos de permanencia definitiva, por número de visas estudiantiles, por visas sujetas a contrato y por visas temporarias expedidas, 2005-2014

Fuente: elaboración propia con base en Chile, Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, "Migración en Chile 2005-2014".

En el plano académico, los colombianos han aumentado su concurrencia a universidades chilenas debido al buen posicionamiento internacional de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Chile en escalafones como el Academic Ranking of World Universities y el QS Top Universities Ranking, entre otros. Los flujos migratorios por este concepto se han cuadruplicado entre 2007 y 2015 (Tabla 4) y se pasó de 111 estudiantes de tercer nivel en 2005, a 3.182 en 2014 (Tabla 9).25 También se registra un aumento de visas estudiantiles y de permisos de residencia permanente para estudiantes colombianos, con la aprobación de 989 permisos de residencia y 410 visas estudiantiles en 2015, cifra que supera la de 2005, cuando se reportaron 48 permisos y 140 visas. De acuerdo con lo anterior, es posible ver la experiencia migratoria de colombianos hacia Chile, al igual que hacia Argentina, México y Brasil, como una tendencia que va de la mano de la diversificación de los destinos durante la tercera ola migratoria, la cual responde a una búsqueda de alternativas educativas con mayores posibilidades de accesibilidad y éxito que las ofrecidas por sitios tradicionales como Estados Unidos y España.


El sueño que nace de un viaje inesperado

A pesar de las múltiples implicaciones del conflicto armado en Colombia, entre ellas, ser el país de América Latina con la mayor emisión de refugiados, el país austral no ha sido un rumbo preferido para los refugiados y solicitantes de refugio colombianos, en comparación con Ecuador, Panamá y Estados Unidos, entre otros (Tabla 10).

Según cifras del alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (Acnur) (Tabla 10), entre 2002 y 2014 la cifra de refugiados aumentó en un 1.283%, mientras que el número de solicitantes de refugio de nacionalidad colombiana en Chile se incrementó en un 10.725%. Aunque estas cifras concuerdan con el ingreso masivo de colombianos a territorio chileno, no representan una mayoría frente a los otros casos mencionados.

Tabla 10. Número de refugiados colombianos en Chile y colombianos solicitantes de refugio en Chile por cifra anual, 2002-2014

Fuente: elaboración propia con base en Alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados [Acnur], "Population Statistics Database", http://goo.gl/YZnXpz (acceso noviembre 21, 2016).

No obstante las migraciones por refugio no han sido de gran representación nominal respecto al total de refugiados colombianos en el exterior, sí han configurado los procesos migratorios en la región del Norte Grande de Chile. El principal elemento que dio inicio a una política de protección y regularización de refugiados se remonta a la suscripción de Chile al programa de reasentamiento de Acnur, con el cual se pretendió dar una solución perentoria a aquellos refugiados que tuvieran "complicaciones de protección, o serios problemas de integración en sus primeros países de asilo" que "provenían de países como Costa Rica y Ecuador".26

Las poblaciones atendidas por el programa abarcaron "centenares de refugiados de origen afgano, palestino, yugoslavo y colombiano", en las que se calculó la presencia de "20 % de la población refugiada que vive en el área fronteriza norte; especialmente, en las ciudades de Arica, Iquique, Calama y Antofagasta".27 En esas condiciones, "Colombia es el principal país de procedencia de la población refugiada en Chile [con] el 92 % de las solicitudes de refugio".28

Las tendencias migratorias de colombianos hacia el norte de Chile experimentaron un incremento considerable, que coincide con los tiempos de la tercera ola migratoria. Se ha pasado de registrar la presencia de 83 colombianos en la región de Tarapacá, 108 en la región de Antofagasta y 42 en la región de Atacama en el año 200229 a 250 en Arica y Parinacota y 701, 3.105 y 401 respectivamente de las regiones mencionadas (Mapa 1).30 Este incremento se deriva de un "efecto llamado" causado por el auge económico chileno, las facilidades en los procesos de regularización para la adaptación laboral y el aumento de flujos migratorios de salida desde Colombia que se reflejaron en más entradas registradas en los puestos de Chacalluta, Chungará y Visvirí (Tablas 4 y 5). Si bien esta población no se compara con el número de residentes en el área metropolitana, el crecimiento de la migración colombiana en el norte de Chile coincide con el programa de reasentamiento de 1999 y afirman un aumento significativo que contribuye a la consolidación de una descentralización en la distribución territorial.


Conclusiones y prospecciones

A pesar de la extensa historia migratoria hacia Chile, el desplazamiento colombiano es un fenómeno reciente que coincide con el período de transición a la democracia y de auge económico experimentado durante la década del noventa y la primera década del año 2000. Entre 2002 y 2012, dicho incremento también se ha observado en una proporción considerable dentro de la población estudiantil, pero su gran motor fue la migración laboral, que se asentó en territorio chileno por actividades laborales de tercer sector. La adaptación de esta nueva mano de obra se ha caracterizado por un proceso de normalización de la expedición de visas temporales y visas de contrato para migrantes que, en conjugación con los incentivos salariales, incide en el posicionamiento de Chile como un nuevo destino emisor de remesas a Colombia.

Cabe resaltar el impacto colateral de los migrantes hacia Chile por el programa de reasentamiento de 1999, el cual influyó en un "efecto llamado" que provocó el aumento de las migraciones hacia las regiones del norte de Chile, caracterizadas por su alta producción minera y fácil acceso por tierra desde el punto fronterizo de Chacalluta en Perú.

Si bien la tendencia de crecimiento de población ha comenzado a experimentar una desaceleración —se calcula la presencia de 23.471 colombianos para 2015—,31 se estima que las tendencias migratorias seguirán ascendiendo.

A pesar de que los tiempos de bonanza económica han quedado atrás, la consolidación de Chile como uno de los nuevos rumbos para los migrantes colombianos sigue manteniendo incentivos diferenciales en temas educativos y laborales que inciden en la toma de decisión de los migrantes prospectivos. Además, cuentan con redes de contacto y de ayuda transnacional que facilitan procesos de adaptación. Por lo tanto, es pertinente afirmar que el crecimiento acentuado de la población colombiana en este país toma una mayor relevancia y protagonismo y que es preciso que las autoridades estatales hagan un seguimiento fidedigno a la evolución de esta población.


Anexo

Mapa 1. Distribución geográfica de la población colombiana en Chile, 2016

Fuente: elaboración propia con base en Chile, Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, "Migración en Chile 2005-2014".



Notas

1 Militar y político chileno, presidente de la República entre 1841 y 1851.

2 Político chileno, presidente de Chile entre 1886 y 1891.

3 Harold Blakemore, "Chile, desde la Guerra del Pacífico hasta la depresión mundial, 1880-1930" en Historia de América Latina. Tomo X: América del Sur, 1870-1930, ed. Leslie Bethell (Barcelona: Crítica, 1992), 170.

4 Enrique Fernández, "La emigración francesa en Chile, 1875-1914: entre integración social y mantenimiento de la especificidad", Amerique Latine Histoire & Mémoire, núm. 12 (2006), citado en Lorenzo Agar, "Migraciones externas en Chile: bases históricas de un fenómeno complejo" Revista del Observatorio de análisis de los sistemas internacionales 22, núm. 3 (2015): 64-65.

5 Agar, "Migraciones externas en Chile", 64.

6 Jorge Mario Eastman, De Allende y Pinochet al "milagro" chileno (Bogotá: Ariel, 1997), 101.

7 Organización Internacional para las Migraciones [OIM], "Perfil migratorio de Chile", http://goo.gl/fg9lJI (acceso mes día, año).

8 Organización Internacional para las Migraciones [OIM], "Perfil migratorio de Chile", 42.

9 Organización Internacional para las Migraciones [OIM], "Perfil migratorio de Chile", 42.

10 Carmen Norambuena, "Exilio y retorno. Chile. 1973-1994" en Memoria para un nuevo siglo. Chile, miradas a la segunda mitad del siglo XX, ed. Myriam Olguín (Santiago: LOM Ediciones, 2000), 178.

11 Organización Internacional para las Migraciones [OIM], "Perfil migratorio de Chile", 21.

12 Francisco Gallego y Norman Loayza, "The Golden Period for Growth in Chile: Explanations and Forecasts", Banco Central de Chile, Documentos de trabajo, núm. 145 (2002): 28. http://si2.bcentral.cl/public/pdf/documentos-trabajo/pdf/dtbc146.pdf (acceso mayo 19, 2016).

13 Organización Internacional para las Migraciones [OIM], "Perfil migratorio de Chile", 28.

14 Mauricio Palma, "¿País de emigración, inmigración, tránsito y retorno? La formación de un sistema de migración colombiano", Revista del Observatorio de análisis de los sistemas internacionales, núm. 21 (2015):12.

15 María Echeverri, "Fracturas identitarias: migración e integración social de los jóvenes colombianos en España". Migraciones Internacionales 3, núm. 1. (2005): 12.

16 Boris Bezama y Mónica González, "El director del INE habría manipulado las cifras del Censo 2012" (La Tercera, abril 25, 2013).

17 Porcentaje calculado con base en los registros censales del año 2002.

18 Ricardo Ffrench-Davis, "El impacto de las exportaciones sobre el crecimiento en Chile", Revista Cepal, núm. 76 (2002): 159.

19 Palma, "¿País de emigración, inmigración, tránsito y retorno?", 11.

20 José Vicuña Undurraga y Tomás Rojas Valenzuela, eds. Migración en Arica y Parinacota: Panoramas y tendencias de una región fronteriza (Santiago: Servicio Jesuita a Migrantes, 2015), 52.

21 Mauricio Cárdenas y Carolina Mejía, "Migraciones internacionales en Colombia: ¿Qué sabemos?", Fedesarrollo. Working Papers, núm. 30 (2006): 46. http://www.repository.fedesarrollo.org.co/handle/11445/810?-show=full (acceso marzo 28, 2016).

22 Organización Internacional para las Migraciones [OIM], "Perfil migratorio de Chile", 45.

23 Chile, Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior y Seguridad Pública. "Migración en Chile 2005-2014". http://goo.gl/UqVVaE (acceso noviembre 21, 2016).

24 Banco de la República, "Remesas" http://goo.gl/WLmq5b (acceso enero 21, 2017).

25 Chile, Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior y Seguridad Pública. "Migración en Chile 2005-2014".

26 Alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados, "Programas de reasentamiento en Argentina y Chile ofrecen una nueva oportunidad". Refview, núm. 3 (2006): 12, https://goo.gl/YDKGLO (acceso noviembre 21, 2016).

27 Alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados [ACNUR], "Perfil de Chile", https://goo.gl/nYw1Fz (acceso noviembre 21, 2016).

28 Organización Internacional para las Migraciones [OIM], "Perfil migratorio de Chile", 54.

29 Comisión Económica para América Latina [Cepal], "Red de datos para áreas pequeñas por microcomputador Redatam", https://goo.gl/fGIU58 (acceso noviembre 21, 2016).

30 La XV Región de Arica y Parinacota se creó en el año 2007 mediante la Ley 20.175, con el territorio septentrional de la región de Tarapacá.

31 Organización de las Naciones Unidas [ONU], "International Migrant Stock 2015", https://goo.gl/N5YmGB (acceso enero 21, 2017)



Referencias

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Vicuña Undurraga, José y Tomás Rojas Valenzuela, eds. Migración en Arica y Parinacota: panoramas y tendencias de una región fronteriza. Santiago: Servicio Jesuíta a Migrantes, 2015.


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